lunes, 21 de octubre de 2013

Y bailar.

"20 años no son nada",
me susurra mientras atravesamos 
el paso de cebra
chocando con una de esas señoras tan descaradas
que adivina en una mirada el número de manos que te han tocado.
Yo sonrío,
le beso con los ojos
y le muerdo con la sonrisa.
Me pierdo en sus palabras
autoconvenciéndome de todo lo que me queda
por bailar con la vida.
Y entonces pienso 
que si es a su lado se me van a quedar cortos 
todos los tangos de Gardel.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Primer domingo de otoño.

Llueve
y el otoño da la bienvenida a octubre 
con un suelo cubierto de hojas
que inevitablemente hablan de nosotros 
en cualquier ciudad.
Posiblemente solo seamos el verso perdido
de un poema de amor de Sabines
o de la libreta expectante y soñadora
de algún joven poeta,
o del idiota de aquel rocanrol de Sabina.
No dejemos nunca que los tejados pregunten por nosotros,
por nuestra forma de alimentar al tedio
al no desnudarnos a besos en cada charco,
al no regalar caricias al banco del parque,
aquel cubierto de miles de promesas sin cumplir.

Pero por si al final,
nunca llegamos a existir,
sonríe ahora
y deja que cada primer domingo de otoño
te recuerde
que desde que te conocí
solo pude vivir en ciudades donde creciesen palmeras.